como la hiedra que vi hoy, trepada a lo largo de un muro, dejando libre el espacio de la puerta, así, yo voy avanzando y petrificándome en cada parte de ti, excepto la que le has reservado a la persona que amas. mis ramas atentas, recelosas, solo bordean tímidamente las orillas de aquel centro que me niegas.
desde aquí arriba, la vista es desoladora. si me permitieras llenar los escalones que conducen a tus entrañas, los rociaría de flores imaginarias, de frutas exóticas, de alfombras hechas de carne de pétalo, de espejos abocados solo a reflejar tu imagen.
mmm.. intenso… está bonito… sobre todo lo de los pétalos