El único que he alcanzado a ver, siempre estuve alerta pero hoy, a eso de las 9 de la noche, aquí en Nueva York, vi a la luna poco a poco ser conquistada por el velo negro de una sombra muy paciente. A eso de las 10, contemplé el morir por breves minutos de su última luz, y luego, la atisbé renacer de entre la penumbra, cobrando una iridiscencia preponderantemente ámbar, hasta retornar ella de nuevo, bañada en su usual brillo blanco, pero esta vez con un resplandor conmovedoramente nítido. Por mirarla, me perdí el concierto de un amigo. No obstante, hace unas horas, mis ojos celebraron una orquestación natural inigualable. Mientras caminaba avizorándola me parecía ser ella misma otro planeta!
Ah, nueva york, ahora estoy leyendo trilogía de nueva york y no termino de comprender lo inmensa que debe ser esa ciudad, y, ahora oscurecida por un eclipse.
pd. creo que debes utilizar protección para ver los eclipses.