Mientras más lo leo, más quiero diluirme en sus adentros

Un deseo

De todo nuestro mundo soleado
sólo deseo una banca en el jardín
donde un gato se asolee…
Allí me sentaré
con una carta en mi regazo,
con una breve carta sólo.
Ése es mi sueño…

Edith Södergran
Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

«El cielo está mudo, sólo resonancia para el silencio»*

El que uno ame no garantiza ser amado. ¿Por qué cuesta aceptar este suceso tan real? ¿Qué tiene la mente que no se protege ante esta afrenta emocional? ¿Por qué a pesar del rechazo una voluntad ciega se resiste a declinar? Uno lee palabras, observa acciones, percibe gestos pero estos nunca llegan a nuestra bóveda interna de un modo prístino, sino, revelado, conducido y empañado por fuerzas incomprensibles. Uno trata de defenderse, pero dos manos no son suficientes. El deseo siempre encuentra el camino para limpiar las cenizas de la despedida antes de que esta llegue.

Otra sería la historia si como ciertas olas gigantescas de mar, las emociones se irguieran y en su altura hicieran trizas cada uno de sus ilusos compartimentos; y en su descenso, el recuerdo y el olvido fenecieran en el lejano estrépito de una espuma serena.

*Reflexión de Kafka en «Los ocho cuadernos en Octavo».

¿Harán lo mismo con los que solo dicen vivir para escribir?

Una dama responde a un caballero que solo dice vivir para pelear:

"Pues luego agora que no hay guerra ni hay para que seais, yo sería de parecer que os concertasen y os untasen bien, y, puesto en vuestra funda, os guardasen con los otros arneses para cuando fuésedes menester"

De : "Il Cortegiano" de Baltasar de Castiglione (s. XV-XVI)

«Poesía Vertical» de Roberto Juarroz

"Nos quedamos a veces detenidos
en medio de una calle,
de una palabra
o de un beso,
con los ojos inmóviles
como dos largos vasos de agua solitaria,
con la vida inmóvil
y las manos quietas entre un gesto y el que hubiera seguido,
como si no estuvieran ya en ninguna parte.
Nuestros recuerdos son entonces de otro,
a quien apenas recordamos.

Es como si prestásemos la vida por un rato,
sin la seguridad de que nos va a ser devuelta
y sin que nadie nos la haya pedido,
pero sabiendo que es usada
para algo que nos concierne más que todo.

¿No será también la muerte un préstamo,
en medio de una calle,
de una palabra
o de un beso?"

I. Poemas de Otredad

En: Tercera Poesía Vertical (1965)

"Un amor más allá del amor
por encima del rito del vínculo,
más allá del juego siniestro
de la soledad y la compañía.

Un amor que no necesite regreso,
pero tampoco partida.
Un amor no sometido
a los fogonazos de ir y de volver,
de estar despiertos o dormidos,
de llamar o callar.

Un amor para estar juntos
o para no estarlo,
pero también para todas las posiciones intermedias.

Un amor como abrir los ojos.
Y quizás también como cerrarlos."

En: Quinta Poesía Vertical (1974)

Stendhal y el amor

"L’amour est une fleur délicieuse, mais il faut avoir le courage d’aller la cueillir sur les bords d’un précipice affreux." *

Libro: De l’amour  (Capítulo XLI)

*El amor es una flor deliciosa, pero hay que tener el valor de ir a recogerla a la orilla de un horrible precipicio. (Traducción mía.)