«Cae»

cae

dinosaurios me persiguen detrás de los ojos

cae

mandrágoras revientan en la sed de mi boca

cae

el aire es pólvora atascada en los alveolos

cae

            cae

despréndete de la telaraña invisible y gigantesca

que hasta hoy seguimos llamando cielo

 

desciende en la explanada siempre tibia del pecho del girasol

róbale sus brazos afiebrados

y aterriza en mi guarida empapada de llamas

que ni el fuego ni yo podamos decir quién eres

 

ahóndate

sé el causante del desequilibrio del centro de la tierra

y regresa

húndete en mí

te ofrezco mi cuerpo

esqueleto nuevo

al asiento de tus cenizas

 

cae

cae

cae

 

                                    ¿por qué el agua tendría

sola el privilegio

                                    de ser escindida por tus manos

ágiles y firmes

cual remos?

 

en una de las orillas del Hudson

hecho planicie y deseo

aguarda el tiempo

 

tus dedos asaltaron los bordes de mi magra silueta

pañaron todos sus frutos

el ágape será servido en mi ombligo

mis ojos donarán su luz para encender los candelabros

mis pies te circundarán como intachable muralla

mi sexo será la puerta

que hará de ambos

un único e infatigable

Caronte

2 comentarios en “«Cae»

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