como si en tus ojos hubiera miríadas de serpientes
carruajes que se vuelcan en una carrera insensata
liebres acosadas por el sosegado andar de tortugas impertérritas
ardillas con manitas nostálgicas de antiguas bellotas
como si en tu cuerpo los ángeles hubieran diluido su lasciva inocencia
su lengua adobada de llantos extremos
de miradas abiertas, sin retorno al sueño
ahh…ese brazo extendido
pincel con el que muy bien podría haber la luz
empezado a dar forma a su extravío
ahh…esa sonrisa
donde todos los muertos colocaron sus evocaciones más exquisitas
ohh…Dafne, conviérteme en manzano, ciprés o tulipán
transforma mis dedos en voraces ramas
mis pezones en trémulas hojas erizadas por la caricia intermitente del viento
mis pies en un par de aros congelados
mi sangre en silenciosa palabra
en pálido murmullo
en aire
que aquellos ojos saboreen
y en los cuales se imprima
la visión esperada
el deseo consumado
el ineludible
rezago
o castigo
de la instantánea conmoción
del parpadeo