"…el pensamiento es un don fatal ; no sirve más que para aumentar nuestra desgracia iluminándola. Vale mil veces más ser ciego como el bruto o como la planta."
"La miseria de los hombres y la de las naciones se desarrollan en proporción de su cerebro, a medida que se perfecciona su sistema nervioso, y les procura instrumentos más delicados, órganos más sutiles para sentir su mal, para aumentar su intensidad, para eternizarlo por la previsión y por el recuerdo. Todo lo que añade el hombre a su sensibilidad y a su inteligencia, lo añade a su sufrimiento."
Tomado de:
Los pesimistas del siglo XIX.
El poeta del pesimismo, Leopardi.
La teoría de «L’infelicitá» (Cap.II).