"Los desiertos son los parques de Dios. Desde siempre Dios pasea su cansancio por ellos, y en ellos nuestros atormentados ímpetus se lamentan. La soledad es nuestro punto en común con Él, pero también con el diablo. Desde el principio de los tiempos, rivalizan en estar solos, y nosotros hemos llegado tarde, incluso demasiado tarde, a una contienda fatal. Cuando se retiren de la arena, nos quedaremos solos en medio de la Soledad y los desiertos serán pequeños para dar sobre ellos un salto mortal."
De: El ocaso del pensamiento.
Lena Retamoso Urbano 
Las aristas suben al cielo sin voluntad de nube ni voluntad de gloria. Las aristas góticas manan del corazón de los viejos muertos enterrados; éstas ascienden frías con una belleza sin raíces ni ansia final, torpemente seguras, sin lograr vender y superar, como en la arquitectura espiritual sucede, la intención siempre inferior del arquitecto. Nada más poético y terrible que la luhca de los rascacielos con el cielo que los cubre.
García Lorca
Gracias por la cita de Poeta en Nueva York. Es increíble cómo poesía y filosofía se estrechan tan fraternalmente en estas dos citas!
No creo que Dios se canse de nada, pues si así fuera hace mucho que nos hubiera borrado del mapa, por así decirlo. Tampoco creo en los desiertos plenos. Siempre habrá alguien o algo que lo habite. Pero tratándo de un pesimista a ultranza como Cioran es entendible la postura condicionada de sus textos que, a pesar de todo, generan cierta gracia nihilista del absurdo.
Interesante blog. Pasaré seguido. Saludos…
Gracias por compartir tus impresiones respecto a la cita. Ahora que mencionas los desiertos planos, recuerdo parte de un poema que, justamente, habla de la posibilidad de desterrar la aridez de estos lugares despoblados con la súbita aparición- aunque solo momentánea- de la vida.
«…Debemos amar la vida
con sus largas horas de enfermedad}
y sus años frustrados de anhelos}
como los cortos instantes
en que un desierto florece»
Edith Södergran.