Parque Lezama o morada de almas solitarias,
de pies que transcurren sin que los acompañe la mente
de quien anda.
Parque Lezama o habitación de amores antiguos,
de quejidos milenarios abriéndose bocas a lo largo
de los troncos.
Parque Lezama o caricia fugitiva encarnada
en el inquietante vagabundeo
de los gatos.
Parque Lezama, escondite de bancas y estatuas roídas
por el tiempo y el olvido.